Marisa Domínguez. Fundadora, directora
Soy Marisa fundadora e inspiradora de La Perfumería 300th Avenue, adoró mis clientas, mi equipo, mi trabajo y todo lo relacionado en el desarrollo vital por la belleza esencial.
“A los 17 años empecé mis estudios de Relaciones públicas y azafata. Mi escuela estaba muy cerca del Corte Inglés de Plaza Cataluña y cada día me acercaba a ver la sección de belleza ¡Me apasionaba su Perfumería!
Un día mientras estaba mirando el stand de Dior, un señor se me acercó y me preguntó: ¿Eres una promotora nueva? Y yo le contesté: No, señor, soy una clienta que me encanta todo esto…
Y el señor me dijo: ¿Quieres hacer una promoción de un perfume llamado Dolce Vita? Sin dudarlo un segundo, le contesté: ¡Si, señor! Pero a partir de las tres, ya que estoy estudiando…
Y fue ahí justamente en ese momento, donde pude darme cuenta, de mi verdadera pasión en la vida: la cosmética y la belleza femenina.
Cuando la belleza
es el destino
Aunque finalicé mis estudios de RRPP y azafata, me decidí por el mundo de la ilusión y la belleza. Invertía todo el dinero que ganaba en mi formación como esteticista y en todo tipo de cursos de maquillaje; además de apuntarme a todos los cursos que impartían las marcas.
Después de trabajar para varias marcas diferentes, elegí LANCÔME, la marca número uno mundial en esos momentos. Con ellos empecé montando pódiums, maquillando y asesorando.
A medida que iba cogiendo más experiencia y que trabajé para otras marcas, me di cuenta que lo más importante para que un maquillaje sea perfecto – es LA PIEL y su cuidado.
A partir de ese momento me especialicé en temas faciales y comencé a trabajar para Jean Gatineau, UII, Orlane, kanebo y Natura Bissé.
En el año 2014, después de 20 años trabajando para diferentes marcas y viajando por toda España, fundé La Perfumería 300th Avenue.
Un concepto creado desde mi corazón y mi ilusión en ofrecer a mis clientas los mejores productos del momento y las mejores especialistas en piel, en tratamientos faciales, corporales, de las manos y pies.
Siempre elegimos unos pendientes, un bolso, un collar – y sabemos que nunca hay dos cosas iguales, porque cada mujer nos queremos sentir únicas y especiales – así es como quiero hacer sentir a mis clientas cuando nos visitan.
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